Si bien los cactus son plantas que se caracterizan por no necesitar mucha agua para sobrevivir, es evidente que la ausencia total de agua los mataría. Debemos tener cuidado a la hora de regar nuestros cactus, porque el exceso de agua puede ser mortal

Nunca hay una respuesta exacta a la hora de saber la frecuencia de riego de los cactus, depende no sólo del tipo de cactus, sino también del sustrato y el clima.

Como todas las plantas suculentas, los cactus tienen la capacidad de almacenar agua en su interior. Esto significa que cuanto más grande es el cactus, más agua es capaz de retener, y por tanto más tiempo podrá resistir sin riego.

No todos los materiales retienen la humedad de la misma forma. Una maceta o recipiente de plástico, sobre todo si es parcial o totalmente transparente, deja pasar los rayos del sol y retiene mucha menos humedad. El barro, en cambio, es poroso y favorece la transpiración, pero no deja pasar el sol, por lo que será necesario regar con menor frecuencia.

Evidentemente, el clima local es uno de los factores más influyentes. La intensidad de los rayos del sol, la humedad ambiental y la temperatura son determinantes a la hora de ver cuánta humedad pierde el cactus. En climas cálidos necesitarás regar tu cactus con más frecuencia, mientras que en climas con mucha humedad necesitarás regar con menos frecuencia.

En conclusión, podemos decir que se debe regar un cactus sólo cuando el sustrato se haya secado más allá de la capa superficial, ya que las raíces no toleran estar siempre mojadas, y en caso de mucha humedad se pudrirán.

Para aquellos menos acostumbrados a este tipo de plantas, saber cuándo regar un cactus puede no ser fácil, y es fácil cometer el error de regarlo demasiado o muy poco. Si no sabes si tu cactus está seco, observa si parece perder volumen por falta de agua almacenada y arrugas, o si ves tu cactus amarillo o marrón.

Una forma de comprobarlo tú mismo es meter el dedo en el sustrato o tierra del cactus, con un par de centímetros para comprobar el nivel de humedad: si sale algo húmedo no le falta agua, pero si sale seco Necesita agua y tu cactus se está secando.

Si la falta de agua aún no es muy grave bastará con regar, prestando atención a la velocidad con la que el suelo absorbe el agua. No mojes demasiado el sustrato o provocarás que sus raíces se pudran.

Si tu planta comienza a arrugarse, perdiendo volumen como si estuviera deshinchada, es síntoma inequívoco de falta de riego en cactus, por lo que tendrás que regarla un poco más.